NOMBRE: Vreda Lanz.
RAZA: Vardasiano.
FECHA DE NACIMIENTO: 13-08-3792 - 1313.
LUGAR DE NACIMIENTO: Planeta Aldare – Ciudad Atdoria.
EDAD: 32 años.
OJOS: Marrones.
CABELLO: Castaño corto.
ALTURA:
PESO:
RESIDENCIA: Habitáculo residencial proporcionado temporalmente por
COORDENADAS RESIDENCIALES: BmAn-N96-280D-48.
PROFESIÓN: Soldado táctico de rango 3.
UNIDAD : U/19 de contención de Fragata de reconocimiento Spinder-V3.
AFILIACIÓN: Confederación.
HISTORIAL MÉDICO: Tres implantes musculares autorizados. Registro de implantes: PROT/134BmKus - VAR/Gy22kL - PLU/2249G.
*(Atención: La información mostrada a continuación puede desvelar sucesos que forman parte importante de la trama de la novela)
HISTORIA: El enorme (y siempre sonriente y amable, lo cual no es precisamente lo más reseñable de su raza) vardasiano Vreda Lanz fue uno de los último soldados de la fragata de reconocimiento Spinder-V3 en caer frente a las criaturas que asolaron la nave el 12 de Septiembre del año 3824. Lanz, junto con los soldados Isaías Rester, Eghkoht Tafar y Adatha Vergara, consiguió retroceder y alcanzar la zona del comedor principal de la fragata salvando aproximadamente a cien miembros de la tripulación no militar.
El pequeño coldere Tafar fue el responsable del reagrupamiento y de la posterior decisión: que uno solo de los soldados intentase alcanzar el almacén general de armamento y regresase a los comedores con la suficiente munición y apoyo tecnológico como para resistir la mayor cantidad de tiempo posible, decisión con la que Vreda no estaba totalmente deacuerdo. Aún así, haciendo de tripas corazón y a pesar del odio que en realidad tenía al coldere, aceptó la decisión de la mayoría: se quedaría con Tafar y Vergara esperando que el soldado Rester regresase cuanto antes de la misión encomendada.
Isaías Rester, voluntario para la misión, nunca volvió a ver a sus compañeros. Mucho antes de que alcanzase el almacén, Vreda, Eghkoht y Adatha, quienes le esperaban protegiendo a la tripulación restante, sucumbieron tras un intenso ataque por parte de la amenaza.
El soldado Lanz siempre había sobresalido especialmente en las maniobras militares confederadas; sus cualidades, que rayaban lo inhumano, fueron de todas formas completamente superadas en estrategia, contención y capacidad física de resistencia por parte de las criaturas. De los tres soldados restantes y (sin contar a los civiles, para los cuales la pesadilla comenzó cuando los soldados fueron despedazados), Lanz murió salvaje y violentamente tras destrozar con sus propias manos a tres de las criaturas que habían matado a sus compañeros.
En el momento de inicio de la novela Confederación, Vreda Lanz forma parte del Ejército Táctico Confederado, en
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