Esta escena representa uno de los momentos de mayor tensión de los inicios de la novela, en el que los sicarios de Szawmazs intentan desalojar un local social para tener una charla intensa con Boreazán. Únicamente Odded se niega a abandonar el lugar.
Fht tiene, por supuesto, una reputación; ha realizado un sinfín de trabajos para la familia Szawmazs, algunos sencillos y otros (los más) verdaderamente complicados. Además de una reputación tiene varios... muchos... records, podríamos decir, entre la sociedad de asesinos y mercenarios; entre tales marcas destacan la muerte más rápida, la más limpia y el éxito en el trabajo con más adversarios por asesino.
Pero no sólo es la historia pasada de Fht lo que marca la diferencia; son sus ojos, la profundidad de su expresión, el no poder mantener apenas unos segundos la mirada, y sobre todo la enorme confianza que atesora quien sabe que podría matar de mil maneras distintas a cada uno de sus objetivos.
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